¡Todas las drogas matan! ¡Escoge la vida!

La drogadicción es un mal antiguo, pero hoy en día se ha convertido en un flagelo social mundial que, al destruir al individuo, en cuerpo y alma, divide a las familias y desestabiliza la sociedad. Entonces, ¿qué hacer? ¿Debemos esperar a que este cáncer social roa a toda la humanidad, o debemos combatirlo ahora para devolver a la humanidad el equilibrio natural y la dignidad que ha perdido?
Un mal tan perverso sólo puede combatirse atacando su raíz y combatiendo eficazmente sus causas. Siempre hay una solución en el corazón humano para el que quiere salvar su dignidad. Por eso este libro trata de la adicción a las drogas, revelando inflexiblemente sus causas, sus efectos nocivos en el cuerpo y la mente humana, pero también sus remedios efectivos y su prevención.
La forma infalible de no tomar drogas es mantener el estado de inocencia por amor a Dios y al prójimo y por respeto a sí mismo.
Si el amor propio excesivo lleva a las drogas, el amor loco por los demás cambia mi vida y le da otra dimensión. De hecho, sólo la calidad de mi amor me asegura la vida o la muerte a diario.
Corresponde a cada uno elegir su vida: la del esclavo que se droga para olvidar o huir de su condición humana, o la del sabio que asume su vida y la eleva constantemente en una verdad liberadora y un amor santificador.