Los Hijos de la Luz

En el entusiasmo de la Iglesia Primitiva, el Apóstol Pablo, en medio de mucho sufrimiento, escribió las dos epístolas a los Tesalonicenses.
Como teólogo notable, Pablo aborda los temas de la resurrección de los muertos, el juicio, la salvación, la oración asidua, el Reino de Dios, la santificación en el Espíritu Santo... Con gran ternura, anima, consuela, felicita e instruye a los hermanos, los hijos de la luz. Calma las ansiedades y los temores exagerados sobre el Día del Señor, pero habla del misterio que rodea la venida de Cristo Jesús con los Ángeles de su Poder, dando anunciadores seguros: el falso inspirado que engaña a los hombres, la apostasía, el hijo de la iniquidad, ese adversario que descarría a las multitudes seducidas por la mentira pero al que un enigmático obstáculo frena. Luego vendrá la Parusía que hará triunfar la bondad y la Gloria de Dios...
Con este comentario, que es un estudio exhaustivo pero accesible a los no especialistas, Jacques Magnan, licenciado en estudios bíblicos universitarios, nos aporta una ayuda preciosa para discernir en verdad los signos de los tiempos y para comprender mejor el mensaje de San Pablo. Nos da un alimento espiritual de excelente calidad y viene a revelar de manera única y muy actual un misterio profético que ha intrigado a cristianos, exegetas y teólogos a través de los tiempos.