La Voluntad divina - Un don para toda la Iglesia

La Voluntad divina no es un don reservado a unos pocos, es un Don para toda la Iglesia, la Iglesia Nueva ya en gestación en el seno de esta Iglesia sufriente, llamada a renovarse en la Voluntad divina. Podemos imaginarnos con alegría cómo será la Iglesia cuando haya muchos pastores que vivan la Voluntad divina. Actuarán así divinamente, iluminados, llenos de sabiduría, de caridad, de poder y de todos los atributos que recibirán por gracia según la promesa de Jesús.
Hagamos nuestras las palabras del Beato Annibale di Francia (padre espiritual de Luisa Piccarreta) para que la Institución sea universal... "Todas las casas religiosas, todos los institutos seculares y cualquiera en el mundo puede llegar a ser hijo o hija del divino Will...” (cf. Carta a Luisa, p. 58)
Es fundamental mantener esto abierto, para que nadie pueda pensar que no ha sido llamado, o como solemos escuchar, que no es digno.
Recordemos que nadie es digno, pero que con la gracia de Dios todos pueden recibir lo que Jesús llama el Don supremo.

Esta colección de mensajes sobre el don de la Divina Voluntad da un amplio panorama de lo escrito en quince años por Aurora bajo la dirección de Jesús y María. Algunas reflexiones y oraciones completan y forman un todo con los mensajes.

Jesús: Hija de mi Voluntad, me preguntas cómo transmitir el mensaje de la Voluntad divina a quien no la conoce... La respuesta es muy sencilla, no existe fórmula mágica como algunos quisieran. Testifique de lo que ha pasado y está pasando:
el camino del amor,
el camino de la caridad,
el camino de la cruz,
el conocimiento - sabiduría de la Cruz,
la Voluntad divina.
Saber que el Don existe es importante para desearlo y prepararse para recibirlo. Si la criatura está dispuesta, haré todo lo demás. Estoy esperando una lluvia de “fiat” para repartir una lluvia de gracias. Oren por ello. Cuida el corazón (el corazón de la humanidad) que te he confiado. Te bendigo, te bendigo. (Del vol. XII - 2.07.03)